Ilusión de cuarto creciente
La luna es como una enorme bola de cristal donde podemos mirar nuestros pasos futuros cada noche. Sabemos que sólo somos capaces de ver una parte de su totalidad, e incluso esa fracción no es la misma cada jornada, ni es la misma dependiendo de nuestra perspectiva, de nuestra ubicación. Nos invita a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias… a utilizar su reflejo para contemplarnos.
Esta obra fue pintada en 2019, y formó parte de la última exposición colectiva previa a la pandemia que tuvo lugar en el Ateneo de Mairena.
Acrílico/lienzo 46×62 cm
Ilusión de cuarto creciente
La luna es como una enorme bola de cristal donde podemos mirar nuestros pasos futuros cada noche. Sabemos que sólo somos capaces de ver una parte de su totalidad, e incluso esa fracción no es la misma cada jornada, ni es la misma dependiendo de nuestra perspectiva, de nuestra ubicación. Nos invita a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias… a utilizar su reflejo para contemplarnos.
Acrílico sobre lienzo 46×62 cm
Esta obra fue pintada en 2019, y formó parte de la última exposición colectiva previa a la pandemia que tuvo lugar en el Ateneo de Mairena.