La dulzura y encanto de los payasos, más allá de su capacidad para hacernos reír de nosotros mismos, es altamente contagiosa. ¿Quién puede resistirse a la tentación de oler su rosa? Incluso conociendo las consecuencias.
ÓLEO SOBRE LIENZO 60x90CM
Huele mi flor 🙂
La dulzura y encanto de los payasos, más allá de su capacidad para hacernos reír de nosotros mismos, es altamente contagiosa. ¿Quién puede resistirse a la tentación de oler su rosa? Incluso conociendo las consecuencias.
ÓLEO SOBRE LIENZO 60x90CM